viernes, 20 de abril de 2012

Considerar inspiración de Dios es decisivo para entender la Biblia, dice Benedicto XVI

VATICANO, 20 Abr. 12 - (ACI/EWTN Noticias).- La inspiración de Dios es decisiva para entender las Sagradas Escrituras, que no se quedan confinadas a lo escrito sino que tienen una fuerza de llamada directa y concreta que se transmite a través de la tradición de la Iglesia Católica, explicó el Papa Benedicto XVI.
En un mensaje enviado a la Pontificia Comisión Bíblica que hoy concluye su asamblea plenaria, dedicada este año al tema "Inspiración y verdad en la Biblia", el Papa resalta que este tema es fundamental para "una hermenéutica correcta del mensaje bíblico".
En el texto enviado al Cardenal William Levada, Presidente de la Comisión y Prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa resalta que "la inspiración como acción de Dios hace que en las palabras humanas se exprese la Palabra de Dios. En consecuencia, el tema de la inspiración es decisiva para el adecuado enfoque de las Sagradas Escrituras".
"Efectivamente, una interpretación de los textos sagrados que relega u olvida su inspiración no tiene en cuenta su característica más apreciable e importante, es decir, su procedencia de Dios", añade.
"Por el carisma de la inspiración, los libros de la Sagrada Escritura poseen una fuerza de llamada directa y concreta. Pero la Palabra de Dios no se queda confinada en lo escrito. Si el hecho de la Revelación concluye con la muerte del último apóstol, la Palabra revelada ha continuado siendo anunciada e interpretada por la Tradición viva de la Iglesia".
Por eso, prosigue el Papa, "la Palabra de Dios fijada en los textos sagrados no es un depósito inerte dentro de la Iglesia, sino que se transforma en regla suprema de su fe y potencia de vida".
"La Tradición que encuentra sus orígenes en los apóstoles progresa con la ayuda del Espíritu Santo y crece con la reflexión y el estudio de los creyentes, con la experiencia personal de vida espiritual y la predicación de los obispos", asegura.
De ahí que sea necesario profundizar en el estudio del tema de la inspiración y la verdad de la Biblia, ya que "es esencial para la vida y la misión de la Iglesia que los textos sacros sean interpretados según su naturaleza; y la Inspiración y la Verdad son características constitutivas de esa naturaleza".
Para terminar, Benedicto XVI manifiesta su aprecio por la actividad de la Comisión Bíblica en la promoción del conocimiento, el estudio y la acogida de la Palabra de Dios en el mundo.
(Actualizado a las 10:23 a.m. GMT-5)

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¡Es el tiempo de la familia!, claman Obispos de México

MÉXICO DF, 20 Abr. 12 - (ACI/EWTN Noticias).- Los Obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dieron a conocer hoy un mensaje en el que exclamaron que "¡es el tiempo de la familia!", de aquella fundada en el matrimonio entre hombre y mujer que "más bienestar aporta a la población en nuestra sociedad democrática".
En el mensaje titulado "La familia, corazón y rostro de la esperanza para la Iglesia y la Sociedad en México", los obispos recuerdan que este tema ha sido el principal en su 93º asamblea plenaria por ser "la institución más importante en la vida social de los mexicanos".
Los prelados denuncian luego una serie de amenazas y desafíos para la familia como el divorcio, las uniones libres, la violencia y el abandono; ante lo cual la Iglesia propone un camino a seguir en la Biblia.
"Toda la Sagrada Escritura es una revelación de las características del ser y la misión de la familia; es la fuente segura de su identidad. Invitamos a todos a conocerla y dejarse conducir por ella", dice el mensaje.
Por ello alientan a no tener "miedo de abrir nuestra libertad al proyecto original de Dios, que creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, diferentes para complementarse, y les concedió la bendición de la fecundidad".
Los Obispos de México afirman que "la familia está llamada a ser un reflejo del amor y de la vida trinitaria en Dios y, desde esta convicción, la reconocemos como corazón y rostro de la esperanza para la Iglesia y la sociedad en México".
"¡Es el tiempo de la familia! El futuro de la evangelización, como de la humanidad misma, depende mucho de ella. Por eso, haciendo nuestros el amor y la confianza del Papa Juan Pablo II en la familia le decimos: ¡Familia, cree en lo que eres! ¡Familia, sé lo que eres!", exhortan.
Los obispos resaltan luego que "en la familia es muy importante la presencia del padre y de la madre: los hijos, fruto y signo visible de su amor, necesitan a ambos para forjar sanamente su personalidad, integrando armoniosamente sus diversas áreas. Esto requiere la estabilidad y la corresponsabilidad en el matrimonio".
Tras alentar a las escuelas y a los medios de comunicación a colaborar adecuadamente con los padres en la tarea educativa de los hijos, los prelados recuerdan que "eres escuela de paz; tú enseñas el camino de la paz mediante la justicia basada en la reconciliación y el perdón ¡Familia, toda la Nación mexicana necesita de ti!"
Al finalizar los obispos alientan a participar en el 8º Congreso Mundial de las Familias, que se desarrollará en Milán del 30 de mayo al 3 de junio, y animan a vivir intensamente el Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI y que comenzará el 11 de octubre.
Para leer el mensaje completo ingrese a: http://www.cem.org.mx/index.php/component/k2/item/1553

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Sacerdote pide reflexionar sobre fragilidad de la vida en funeral de joven futbolista italiano

BÉRGAMO, 20 Abr. 12 - (ACI).- El Padre Luciano Manenti, sacerdote de la diócesis de Bergamo, presidió los multitudinarios funerales de Piermario Morosini, el futbolista de 25 años de edad que falleció el sábado de un infarto durante un partido de la serie B del fútbol italiano. Al despedir a quien fuera su amigo, alentó a los creyentes a llevar una vida de fe y ser conscientes de la fragilidad humana.
Unas cinco mil personas entre amigos, pobladores e hinchas de los diversos equipos en los que militó Morosini, se reunieron en el estadio de Bergamo para acompañar la Misa de exequias a través de pantallas gigantes. En la pequeña iglesia de Monterosso solo cabían 600 personas.
La trágica muerte del futbolista conmovió a la sociedad italiana. El joven falleció en el campo de juego mientras el partido se veía por televisión dejando a sus compañeros en profundo llanto.
Morosini se había ganado el cariño de los compañeros que tuvo en los cinco equipos en los que jugó desde su adolescencia por su permanente sonrisa y constante lucha pese a llevar una vida marcada por el drama. Su madre murió cuando él tenía 15 años, poco después falleció su padre. Se quedó a cargo de sus dos hermanos discapacitados, el menor se suicidó y María Carla, su hermana mayor, vive en una residencia para personas con problemas mentales en Bergamo.
La muerte de Morosini ha despertado una cadena de solidaridad entre los futbolistas italianos. Antonio Di Natale, capitán del Udinense –equipo que cedió a Morosini a préstamo al Livorno y cuya camiseta defendía cuando murió–, se ha comprometido a hacerse cargo de la hermana del jugador.
El diario L’Eco di Bergamo señala que entre los asistentes al funeral estuvieron (ayer) el capitán de la selección argentina y del Inter de Milán, Javier Zanetti y decenas de destacados futbolistas, dirigentes y autoridades civiles locales como los alcaldes de Bergamo, Pescara y Livorno.
También estuvieron el presidente de la Federación Italiana de Fútbol Giancarlo Abete, miembros de la FIFA y el seleccionador italiano Cesare Prandelli.
En la homilía de la Misa de exequias, el Padre Manenti habló de su larga amistad con el jugador así como el cariño y agradecimiento que siempre tuvo hacia sus fallecidos padres.
Reflexionando sobre el tiempo Pascual en el que ha fallecido Morosini, el sacerdote dijo que "no habrá Pascua en la vida de ninguno de nosotros si no llegamos a aceptar la belleza de nuestra fragilidad".
"Te agradezco porque en estos días me has enseñado a ser papá y he entendido mejor qué quiere decir que Dios es nuestro Padre", dijo al concluir la emotiva homilía.
En la Misa también se leyó un breve mensaje del Obispo de Bergamo, Mons. Franceso Beschi, y en su representación su Vicario, Mons. Paolo Razzauti, dijo que "Livorno tuvo la alegría de tener la sonrisa de Mario en estos meses. Una sonrisa que acompañó a sus compañeros y la ciudad".

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jueves, 19 de abril de 2012

MANUEL ARSENIO UREÑA

19 abril 2012-Un ser extraordinario terminó sus días ayer. Una pena. Manuel Arsenio Ureña era una expresión muy viva de la dedicación, la honradez, la solidaridad y el amor. Una persona que será recordada como símbolo de superación, con profunda vocación de servicio, por sus valores, y como esposo, padre, hombre de familia, de mucha fe y don de gente.

Nació en un hogar humilde en La Guama, San José de Las Matas, lo que no fue obstáculo para su desarrollo. A los 14 años ya estaba en Santiago, donde conoció el trabajo junto a uno de sus hermanos. Y sacó tiempo para estudiar. Se inscribió en la Academia Santiago, donde se realizó como Contador Mercantil y dactilógrafo, formación básica importante para lo que sería una vida productiva, empresarial y socialmente.

Su dedicación al trabajo, primero con un colmado-almacén, permitió que creara una de las empresas más dinámicas, Manuel Arsenio Ureña, C. por A., base de un crecimiento que lo llevaría al Consejo de Directores del Banco Hipotecario Popular, luego del Banco Popular y del Grupo Popular. Posteriormente, Don Manuel Arsenio Ureña encabezaría el Banco Ademi, apoyando a los emprendedores, micro y pequeños empresarios.

Pero la sensibilidad de este hombre fue más allá. Preocupado por la educación, inscribió la disminución del analfabetismo entre sus inquietudes sociales. También se interesó por la formación superior de los jóvenes dominicanos, convirtiéndose en auspiciador de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, de la cual fue miembro de la Junta de Directores.

Como buen hijo de su pueblo, impulsó diferentes programas de crecimiento en San José de Las Matas, como el Plan Sierra, programa de reforestación que ha ayudado a salvar esa parte esencial de la geografía nacional, considerada la madre de los ríos.

Manuel Arsenio Ureña resume una obra material y espiritual extraordinaria. Un verdadero ejemplo de ciudadanía y de familia. En esta hora triste, nuestro pesar a doña Camelia, su esposa de toda una vida, a sus hijos Junior Arsenio y Ellis, Carmen Guerly y Oliverio, Augusto, Richard, Juan Manuel y Carla.

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EL PAPA BENEDICTO NO ESTA SOLO

 L’Osservatore Romano- Comienza el octavo año de pontificado de Benedicto XVI, elegido el 19 de abril de 2005, a los setenta y ocho años, en menos de un día en el cónclave más numeroso de los que se han reunido en la historia. Una fecha celebrada con alegría y precedida de la,  tradicionalmente privada, del 85° cumpleaños, que sin embargo no se celebraba en la serie de los Papas desde 1895 y que, por tanto, se ha festejado con más calor del acostumbrado.
Con ocasión de estas fiestas de abril se multiplican, por consiguiente, las alegrías y las felicitaciones, llegadas de todo el mundo para expresar un afecto y una estima generales, no previsibles en esta medida en el momento de la elección. En efecto, no conviene olvidar el cúmulo de prejuicios, e incluso de oposiciones, con que la rapidísima elección de los cardenales fue acogida en distintos ambientes, incluso católicos.  Prejuicios y oposiciones que respecto del cardenal Ratzinger se remontaban al menos a mediados de los años ochenta, pero que de ningún modo correspondían a su verdadera personalidad.
El sucesor de Juan Pablo II —que asimismo había sido su colaborador más autorizado, casi inmediatamente llamado a Roma por el Papa polaco, también él objeto de hostilidad— fue contrapuesto a él, según estereotipos manidos. Un pontificado que se inició, por tanto, de subida y que el Pontífice ha sabido afrontar día tras día con lúcida y paciente serenidad, demostrada ya el 24 de abril cuando pidió a los fieles oraciones para no huir,  «por miedo, ante los lobos».
Aquella homilía fue la primera de una serie ya larga, que por limpidez y profundidad no desmerecerá al lado de las predicaciones de san León Magno, las primeras que se conservan de un obispo de Roma, caracterizadas por un equilibrio ejemplar entre herencia clásica y novedad cristiana,  análogamente a la intención del Papa Benedicto de moverse en armonía entre razón y fe. Para dirigirse y hablar a todos, como sugirió en el encuentro de Asís la invitación hecha  —por primera vez, un cuarto de siglo después de la que hizo Juan Pablo II a los creyentes— también a los no creyentes, para anunciar el Evangelio al mundo de hoy.
Así sucedió también con la homilía en la misa del día de su cumpleaños  —que coincide con la de su Bautismo, el Sábado santo de 1927— cuando Benedicto XVI habló de los santos recordados en el calendario litúrgico, Bernardita Soubirous y Benito José Labre, de María, la madre de Dios, y del agua pura de la verdad, de la que el mundo tiene tanta sed, a menudo sin saberlo. Amigos invisibles, pero no por ello menos reales, cuya cercanía siente el Papa en la comunión de los santos. Del mismo modo que siente la amistad de tantos que rezan cada día por él, o que al menos lo miran con simpatía, escuchando con atención sus palabras.

Benedicto XVI dice que la Iglesia no debe temer las persecuciones que sufre

Ciudad del Vaticano, 19 abr (EFE).- El papa Benedicto XVI dijo hoy que la Iglesia "no tiene que temer" las persecuciones que en su historia "se ve obligada a sufrir", sino que lo que tiene que hacer es confiar siempre en la presencia, ayuda y fuerza de Dios e invocarlo en sus plegarias. Ante unos 30.000 fieles que asistieron en una mañana primaveral en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, el Pontífice afirmó que al igual que Jesús, también sus discípulos "encuentran oposición, incomprensión y persecuciones".
El Obispo de Roma, que dedicó la catequesis a comentar un texto de los Hechos de los Apóstoles sobre Pedro y Juan que fueron arrestados por anunciar la resurrección de Cristo, señaló que ante las persecuciones sufridas a causa de Jesús, la comunidad cristiana "no sólo no se asusta y no se divide sino que se mantiene profundamente unida, como una sola persona, para invocar Dios".
"La Iglesia no debe temer las persecuciones que en su historia se ve obligada a sufrir, sino que debe confiar siempre, como Jesús en el huerto de Getsemaní, en la presencia, en la ayuda y en la fuerza de Dios, invocado en la plegaria", afirmó.
Benedicto XVI aseguró que la comunidad cristiana no pide en esos momentos "la incolumidad de la vida ante la persecución, pide solamente que le sea concedido el poder proclamar con toda franqueza la palabra de Dios".
La comunidad cristiana, precisó el Pontífice, en sus plegarias reconoce como Dios siempre ha estado cerca de su pueblo, como no le abandona y siempre se interesa por el hombre.
Benedicto XVI subrayó que a lo largo de la historia siempre se han levantado contra Dios los poderosos de la tierra, "pero contra el Mesías nada pueden hacer la rebelión, las persecuciones y la arbitrariedad de los hombres".
El Pontífice aseguró que Dios está presente en la nuestra vida también en los momentos difíciles y que todo forma parte "de un proyecto superior de amor en el que la victoria final sobre el mal, el pecado y la muerte es la del bien, la de la gracia, la vida, Dios".
A la audiencia asistieron sacerdotes del Pontificio Colegio Español de San José, de Roma, y fieles de España, México, Perú y Argentina, a los que invitó a pedir a Dios "su Espíritu ilumine nuestra lectura de la Sagrada Escritura y sostenga el anuncio libre y valiente de su Palabra hasta los confines de la tierra". EFE

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QUE NO NOS ENGAÑE EL DINERO..

Es curioso como cada día las personas se afanan por acumular riquezas, por hacer todo lo posible para vivir económicamente bien; preocupado por exhibir una vida sin necesidad material, porque al parecer, el dinero es lo único que proporciona la paz y la seguridad personal, pues todavía se cree que mientras más dinero se tenga mayor disfrute de la existencia humana se tendrá, y la propaganda consumista es lo que quiere presentar: un ser humano esclavo de la economía.

El dinero se ha convertido para muchos en el amuleto de la buena suerte, la esencia de la vida, la razón fundamental para luchar y sobrevivir. De esta concepción a nacido el famoso refrán popular que dice: “uno vale más por lo que tiene que por lo que es”, ignorando con ello, los sentimientos de ser humano, desvaluando los valores de la amistad, el amor, la sinceridad, la honestidad, etc., que aunque no son realidades físicas como el dinero, producen una satisfacción interior que trasciende la existencia humana.

Violencia, atracos, muerte y toda clase de maniobra, están utilizando los hombres sin educación y sin honestidad para igualarse a los que tienen un estatus estable en sus vidas. La envidia y la falta de conciencia moral están llevado a las personas a absolutizar el dinero y a convertirlo en el dios de su felicidad, por esto decía el estadista y científico estadounidense Benjamín Franklin: “de aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero”, pues apostará todo cuanto tiempo para quitárselo a quien lo posea por hacer rico y para asegurar su futuro.
¿Cuándo será que las personas van entender que la verdadera riqueza no está en el dinero? ¿Qué el dinero sólo es un medio y no un fin en sí mismo para lograr la felicidad tan anhelado por todos? Ante esta realidad, decía José Narosky, un escritor argentino, que “la pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos”, y esta es la principal causa que ha generado un mundo que prefiere liberar la economía y esclavizar la dignidad humana, como sostiene el filósofo español Carlos Díaz.
Que el dinero no nos engañe, no permitas que cataloguen al otro como una mercancía, como un producto más de la sociedad; que puedo comprar y vender a mi antojo, porque es justo reconocer que la libertad, la fraternidad y la igual social tienen y deben estar por encima de cualquier otra realidad humana. Hay que recordar además, lo que dijo Platón, ese gran filósofo griego, cuando sostenía que “quien cambia la felicidad por el dinero no podrán cambiar el dinero por la felicidad”, porque el dinero se termina, se gasta, se pierde, sin embargo, la vida, los amigos, los conocimientos y los buenos principios humanos permanecen, trascienden y definen la esencia del ser humano, y son los que verdaderamente llenan el corazón de felicidad al ser humano.
Luis Alberto de León Alcántara
El autor es: Seminarista,

martes, 27 de marzo de 2012

Benedicto XVI: «Estoy convencido de que Cuba está mirando ya al mañana»

Tras escuchar un discurso de propaganda política por parte de Raul Castro, jefe de la dictadura comunista en Cuba, Benedicto XVI ha pronunciado sus primeras palabras a todos los cubanos «allá donde se encuentren». El Santo Padre ha recordado que la visita de Juan Pablo II «dio nuevo vigor a la Iglesia en Cuba» y ha afirmado que lleva en su corazón «las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos», añadiendo que está convencido de que «Cuba, en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana»
26/03/12
(InfoCatólica) Benedicto XVI ha explicado que llega a “Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas”. 
El Papa ha mencionado la crisis económica mundial “que no pocos concuerdan en situar en una profunda crisis de tipo espiritual y moral, que ha dejado al hombre vacío de valores y desprotegido frente a la ambición y el egoísmo de ciertos poderes que no tienen en cuenta el bien auténtico de las personas y las familias”.
Es por ello que el Santo Padre ha advertido que “no se puede seguir por más tiempo en la misma dirección cultural y moral que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan” y por ello “el progreso verdadero tiene necesidad de una ética que coloque en el centro a la persona humana y tenga en cuenta sus exigencias más auténticas, de modo especial su dimensión espiritual y religiosa”.

Discurso completo del Papa al llegar a Cuba

Señor Presidente, Señores Cardenales y Hermanos en el Episcopado, Excelentísimas Autoridades, Miembros del Cuerpo Diplomático, Señores y señoras, Queridos amigos cubanos:
Le agradezco, Señor Presidente, su acogida y sus corteses palabras de bienvenida, con las que ha querido transmitir también los sentimientos de respeto de parte del gobierno y el pueblo cubano hacia el Sucesor de Pedro. Saludo a las Autoridades que nos acompañan, así como a los miembros del Cuerpo Diplomático aquí presentes. Dirijo un caluroso saludo al Señor Arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, al Señor Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega y Alamino, y a los demás hermanos Obispos de Cuba, a los que manifiesto toda mi cercanía espiritual. Saludo en fin con todo el afecto de mi corazón a los fieles de la Iglesia católica en Cuba, a los queridos habitantes de esta hermosa isla y a todos los cubanos, allá donde se encuentren. Los tengo siempre muy presentes en mi corazón y en mi oración, y más aún en los días en que se acercaba el momento tan deseado de visitarles, y que gracias a la bondad divina he podido realizar.
Al hallarme entre ustedes, no puedo dejar de recordar la histórica visita a Cuba de mi Predecesor, el Beato Juan Pablo II, que ha dejado una huella imborrable en el alma de los cubanos. Para muchos, creyentes o no, su ejemplo y sus enseñanzas constituyen una guía luminosa que les orienta tanto en la vida personal como en la actuación pública al servicio del bien común de la Nación. En efecto, su paso por la isla fue como una suave brisa de aire fresco que dio nuevo vigor a la Iglesia en Cuba, despertando en muchos una renovada conciencia de la importancia de la fe, alentando a abrir los corazones a Cristo, al mismo tiempo que alumbró la esperanza e impulsó el deseo de trabajar audazmente por un futuro mejor. Uno de los frutos importantes de aquella visita fue la inauguración de una nueva etapa en las relaciones entre la Iglesia y el Estado cubano, con un espíritu de mayor colaboración y confianza, si bien todavía quedan muchos aspectos en los que se puede y debe avanzar, especialmente por cuanto se refiere a la aportación imprescindible que la religión está llamada a desempeñar en el ámbito público de la sociedad.
Me complace vivamente unirme a vuestra alegría con motivo de la celebración del cuatrocientos aniversario del hallazgo de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre.
Su entrañable figura ha estado desde el principio muy presente tanto en la vida personal de los cubanos como en los grandes acontecimientos del País, de modo muy particular durante su independencia, siendo venerada por todos como verdadera madre del pueblo cubano. La devoción a «la Virgen Mambisa» ha sostenido la fe y ha alentado la defensa y promoción de cuanto dignifica la condición humana y sus derechos fundamentales; y continúa haciéndolo aún hoy con más fuerza, dando así testimonio visible de la fecundidad de la predicación del evangelio en estas tierras, y de las profundas raíces cristianas que conforman la identidad más honda del alma cubana. Siguiendo la estela de tantos peregrinos a lo largo de estos siglos, también yo deseo ir a El Cobre a postrarme a los pies de la Madre de Dios, para agradecerle sus desvelos por todos sus hijos cubanos y pedirle su intercesión para que guíe los destinos de esta amada Nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación.
Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas. Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados.
Muchas partes del mundo viven hoy un momento de especial dificultad económica, que no pocos concuerdan en situar en una profunda crisis de tipo espiritual y moral, que ha dejado al hombre vacío de valores y desprotegido frente a la ambición y el egoísmo de ciertos poderes que no tienen en cuenta el bien auténtico de las personas y las familias. No se puede seguir por más tiempo en la misma dirección cultural y moral que ha causado la dolorosa situación que tantos experimentan. En cambio, el progreso verdadero tiene necesidad de una ética que coloque en el centro a la persona humana y tenga en cuenta sus exigencias más auténticas, de modo especial su dimensión espiritual y religiosa. Por eso, en el corazón y el pensamiento de muchos, se abre paso cada vez más la certeza de que la regeneración de las sociedades y del mundo requiere hombres rectos, de firmes convicciones morales y altos valores de fondo que no sean manipulables por estrechos intereses, y que respondan a la naturaleza inmutable y trascendente del ser humano.
Queridos amigos, estoy convencido de que Cuba, en este momento especialmente importante de su historia, está mirando ya al mañana, y para ello se esfuerza por renovar y ensanchar sus horizontes, a lo que cooperará ese inmenso patrimonio de valores espirituales y morales que han ido conformando su identidad más genuina, y que se encuentran esculpidos en la obra y la vida de muchos insignes padres de la patria, como el Beato José Olallo y Valdés, el Siervo de Dios Félix Varela o el prócer José Martí. La Iglesia, por su parte, ha sabido contribuir diligentemente al cultivo de esos valores mediante su generosa y abnegada misión pastoral, y renueva sus propósitos de seguir trabajando sin descanso por servir mejor a todos los cubanos.
Ruego al Señor que bendiga copiosamente a esta tierra y a sus hijos, en particular a los que se sienten desfavorecidos, a los marginados y a cuantos sufren en el cuerpo o en el espíritu, al mismo tiempo que, por intercesión de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, conceda a todos un futuro lleno de esperanza, solidaridad y concordia. Muchas gracias.
Fuente:
www.infocatolica.com

Exhortan a cubanos exiliados orar a Virgen para que visita papal bendiga a Cuba

SANTIAGO DE CUBA, 27 Mar. 12 - (ACI/EWTN Noticias).- El capellán del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, P. Jorge Palma, exhortó a los cubanos que están dentro y fuera de Cuba a que oren a la Virgen para que la visita de Benedicto XVI sea una bendición para la isla.
“Que le pidan a la Virgen que la visita del Papa sea una bendición para todos los cubanos de fuera y de dentro, porque mientras más sea la bendición en Cuba, también la recibirán todos los cubanos donde sea que estén. Así también se sentirán muy vinculados con los que vivimos aquí porque todos somos familia”, afirmó el sacerdote en diálogo con ACI Prensa.
En el marco de la visita del Papa Benedicto XVI, el P. Palma recordó el significado que esta devoción mariana tiene para el pueblo cubano. “La Virgen de la Caridad del Cobre es punto de referencia para los cubanos”, es símbolo de la perseverancia en la fe y su identidad como pueblo, afirmó.
Por su parte, el P. Jorge Luis Pérez Soto, expárroco de la Catedral de La Habana, coincidió al señalar que la Virgen de la Caridad está ligada a la historia de la isla y a los años difíciles de la fe.
Días atrás, en diálogo desde Roma con ACI Prensa, el sacerdote afirmó que esta devoción “está ligada a nuestra historia, en los años difíciles de vivencia de la fe en Cuba", pues durante los primeros años del régimen comunista, "la Virgen y la imagen del Sagrado corazón de Jesús fueron los dos únicos símbolos religiosos que se conservaron en la mayoría de los hogares cubanos".
"Se conservaron ciertamente escondidos muchas veces con temor a que fueran vistos, y fueran señalados, pero nunca olvidaré la pequeña imagen de la Virgen del Cobre que presidía la habitación de mis abuelos y que era el referente religioso de la casa", recordó.
En ese sentido, dijo que la Virgen de la Caridad es "para la formación de la nacionalidad cubana un punto de encuentro" y de "reconciliación para el cubano que la mira con esperanza".
"¿Qué significa María de la Caridad para los cubanos? Significa o podría significar la mejor de las mejores madres para el corazón de sus hijos", afirmó.
Benedicto XVI se encuentra en Cuba para celebrar los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad, Misa que celebrará hoy lunes 26 de marzo en Santiago de Cuba. Mañana martes visitará el santuario mariano.
Historia de la imagen
A unos 16 kilómetros al oeste de Santiago de Cuba se encuentra la villa de El Cobre, fundada el año 1598. Al sur de esta región se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
Cuenta la tradición que en una mañana de 1628 salieron de Barajagua a la bahía de Nipe a buscar sal dos indígenas de apellido Hoyos y un esclavo negro de diez años de edad. Llegados a este lugar vieron que era imposible recolectar la sal por lo agitado que estaba el mar.
Buscaron refugio y al cabo de tres días pudieron embarcarse en una canoa y dirigirse a las salinas de la costa. No hacía mucho que navegaban, cuando descubrieron sobre las olas un objeto blanco, que se imaginaron sería el cadáver de alguna ave marina. Sin embargo advirtieron con gran sorpresa que el objeto flotante era una imagen de la Virgen María colocada sobre una tabla. Tomaron la imagen depositándola en la canoa y leyeron en la tabla una inscripción que decía: "Yo soy la Virgen de la Caridad". Llevaron la Virgen en la canoa y luego de recoger la sal, volvieron a Barajagua donde ya había llegado la noticia del hallazgo. La imagen fue trasladada al altar mayor de la iglesia parroquial, donde un hombre de fe llamado Marías de Olivera ofreció dedicarse a su servicio.
La imagen de la Virgen de la Caridad es pequeña y su rostro es redondo. En el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús quien en una mano tiene un globo terráqueo. El 10 de mayo de 1916, el Papa Benedicto XV, la proclamó Patrona de la isla

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Benedicto XVI en Cuba: Luchen con las armas de la paz, perdón y comprensión para construir una sociedad abierta y renovada

SANTIAGO DE CUBA, 26 Mar. 12 - (ACI/EWTN Noticias).- Al presidir la solemne Misa por el 400 aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, el Papa Benedicto XVI invitó a los cubanos a luchar “con las armas de la paz, el perdón y la comprensión”, para “construir una sociedad abierta y renovada” y alentó a las familias a “acoger la vida humana, especialmente la más indefensa y necesitada”.
“Queridos hermanos, ante la mirada de la Virgen de la Caridad del Cobre, deseo hacer un llamado para que den nuevo vigor a su fe, para que vivan de Cristo y para Cristo, y con las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luchen para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre, que refleje más la bondad de Dios”, afirmó el Papa ante más de 250.000 cubanos reunidos en Plaza Antonio Maceo de Santiago.
Recordó que “en su proyecto de amor, desde la creación, Dios ha encomendado a la familia fundada en el matrimonio la altísima misión de ser célula fundamental de la sociedad y verdadera Iglesia doméstica”.
“Con esta certeza, ustedes, queridos esposos, han de ser, de modo especial para sus hijos, signo real y visible del amor de Cristo por la Iglesia. Cuba tiene necesidad del testimonio de su fidelidad, de su unidad, de su capacidad de acoger la vida humana, especialmente la más indefensa y necesitada”, explicó.
Previamente, el Santo Padre agradeció a Dios por permitirle realizar “este tan deseado viaje” y recordó a quienes “por enfermedad, avanzada edad u otros motivos, no han podido estar aquí con nosotros”.
El Pontífice destacó “el sacrificio y dedicación” de los cubanos en la celebración del aniversario de su Patrona. “Me ha llenado de emoción conocer el fervor con el que María ha sido saludada e invocada por tantos cubanos, en su peregrinación por todos los rincones y lugares de la Isla”, indicó.
Asimismo, recordó que la Iglesia celebra hoy “la anunciación del Señor a la Virgen María” y explicó que “la encarnación del Hijo de Dios es el misterio central de la fe cristiana”.
“En Cristo, Dios ha venido realmente al mundo, ha entrado en nuestra historia, ha puesto su morada entre nosotros, cumpliéndose así la íntima aspiración del ser humano de que el mundo sea realmente un hogar para el hombre”, explicó.
Advirtió que “en cambio, cuando Dios es arrojado fuera, el mundo se convierte en un lugar inhóspito para el hombre, frustrando al mismo tiempo la verdadera vocación de la creación de ser espacio para la alianza, para el ‘sí’ del amor entre Dios y la humanidad que le responde”.
“Sólo cuando la Virgen respondió al ángel, ‘aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra’ (Lc 1,38), a partir de ese momento el Verbo eterno del Padre comenzó su existencia humana en el tiempo”.
“Resulta conmovedor ver cómo Dios no sólo respeta la libertad humana, sino que parece necesitarla”, afirmó.
Recordó que “Dios nos ha creado como fruto de su amor infinito, por eso vivir conforme a su voluntad es el camino para encontrar nuestra genuina identidad, la verdad de nuestro ser, mientras que apartarse de Dios nos aleja de nosotros mismos y nos precipita en el vacío”.
“La obediencia en la fe es la verdadera libertad, la auténtica redención, que nos permite unirnos al amor de Jesús en su esfuerzo por conformarse a la voluntad del Padre”.
El Pontífice aseguró que “la Iglesia, cuerpo vivo de Cristo, tiene la misión de prolongar en la tierra la presencia salvífica de Dios, de abrir el mundo a algo más grande que sí mismo, al amor y la luz de Dios”.
“Vale la pena, queridos hermanos, dedicar toda la vida a Cristo, crecer cada día en su amistad y sentirse llamado a anunciar la belleza y bondad de su vida a todos los hombres, nuestros hermanos”.
Benedicto XVI alentó a los cubanos a decidirse “sin miedos ni complejos a seguir a Jesús en su camino hacia la cruz. Aceptemos con paciencia y fe cualquier contrariedad o aflicción, con la convicción de que, en su resurrección, él ha derrotado el poder del mal que todo lo oscurece, y ha hecho amanecer un mundo nuevo, el mundo de Dios, de la luz, de la verdad y la alegría. El Señor no dejará de bendecir con frutos abundantes la generosidad de su entrega”.

jueves, 23 de febrero de 2012

«El mismo Espíritu que ha resucitado a Jesús de entre los muertos puede transformar nuestros corazones»

El papa Benedicto XVI presidió ayer la misa de Cuaresma con la bendición e imposición de la ceniza, tras una pequeña procesión entre dos iglesias de Roma. Desde la iglesia de San Anselmo situada en una de las siete colinas de Roma, el Aventino, el pontífice recorrió en un minipapa móvil de tracción eléctrica la procesión de penitencia hacia la basílica de Santa Sabina. Durante su homilía, el Papa explicó el sentido de la Cuaresma.
23/02/12
(Agencias/InfoCatólica) En esta procesión del Miércoles de Ceniza, día de inicio de la Cuaresma, tomaron parte cardenales, arzobispos, obispos, monjes benedictinos de San Anselmo, los padres dominicos de Santa Sabina y algunos fieles.
Ya en la basílica de Santa Sabina, el obispo de Roma presidió la celebración eucarística con el rito de bendición e imposición de la ceniza, signo de conversión y penitencia.
Durante la homilía, el Papa se refirió "al signo litúrgico de las cenizas, un signo material, un elemento de la naturaleza que se convierte en un símbolo sagrado en la liturgia, en este día que da inicio al itinerario de la Cuaresma" y que finaliza antes de la misa de la cena del Señor, el Jueves Santo.

"Para nosotros, los cristianos", la imposición de la ceniza "tiene un ritual significativo y un significado espiritual", aseguró. El gesto de recibir la ceniza en la cabeza, precisó, es "una invitación a la penitencia, a la humildad, a tener presente la propia condición mortal, pero no para terminar en la desesperación, sino para acoger, justo en esta nuestra mortalidad, la impensable cercanía de Dios".
Explicó que la bendición de la ceniza se hace con dos fórmulas posibles. En una se le llama "símbolo de austeridad", mientras que en la otra guarda relación directa con una bendición y se hace referencia al texto del libro del Génesis, que también puede acompañar la imposición de la ceniza: "Polvo eres y en polvo te convertirás".
El Santo Padre recordó que "la posibilidad para nosotros del perdón divino depende esencialmente del hecho de que Dios mismo, en la persona de su Hijo, ha querido compartir nuestra condición, pero no la corrupción del pecado" y aseguró que "el mismo Espíritu que ha resucitado a Jesús de entre los muertos puede transformar nuestros corazones, de corazones de piedra a corazones de carne".
Una vez finalizada la homilía, Benedicto XVI recibió la ceniza de manos del cardenal Jozef Tomko, prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, para después imponerlas el pontífice a arzobispos, obispos, frailes y fieles que se acercaron al altar.
Durante la audiencia celebrada por la mañana en el Vaticano, Benedicto XVI explicó que los cuarenta días de la Cuaresma, que indica no tanto un período cronológico exacto, sino más bien la perseverancia paciente, el tiempo necesario para ver con los ojos de Dios, deben ser para los cristianos una ocasión de asumir su propia responsabilidad y el momento de adquirir decisiones maduras.

Fuente:
http://www.infocatolica.com/

DESVIACIÓN DE UNO: FRUSTRACIÓN DE TODOS

Durante mucho tiempo he visto como las personas acusan a los gobiernos, a la familia, a la falta de educación, y sobre todo a la sociedad de que hoy en un siglo tan avanzado, como lo es el siglo XXI todavía los seres humanos no hayan logrado vivir en paz unos a otros, a pesar del avance económico y social que muestran los países desarrollados.

Son pocos los que se detienen a buscar la causa principal de los problemas sociales en una sola persona. Todos normalmente lo hacen de manera general, haciendo acusaciones en estadísticas, a instituciones, cuando en realidad, los grandes problemas se iniciaron en un primer momento con un solo individuo, continúo con unos cuantos y al final del camino la culpabilidad recayó sobre todos, porque trasmitieron sus patologías psicologías a quienes lo rodeaban, y ejemplo de esto los hay a lo largo de toda la historia universal por montón: Adolf Hitler, Fulgencio Batista, Trujillo, Augusto Pinochet, etc., que por sus maldades son recordados en la actualidad como los grandes líderes de los desordenes sociales producidos en distintos países, y dicha situación influyó tanto en los distintos continentes del mundo que ha llegado a nuestros días produciendo enorme daños humano y espiritual.

Quizás hoy se toma más en cuenta el dato, el número, y sobre todo lo exterior para dar una respuesta a las crisis que afecta constantemente la convivencia humana; y se ignora los principios humanos, el valor de la honradez, la responsabilidad, el mismo hecho de tener que vivir de acuerdo a unas costumbres sanas y duraderas; que debería ser el papel fundamental en la reformación del carácter, y en el desarrollo de la vida personal y social de las personas.

Tal vez las personas continúan creyendo que en los dilemas humanos hay preferencias,  favoritismos y privilegios a la hora de provocar daños humanos. Si todavía se mantiene esta postura entonces es una realidad falsa, porque en este mundo no existen dos tipos de seres humanos: los nacidos para sufrir y los nacidos para reír. Todos sin excepción de personas: sufren, lloran, son y pueden ser víctimas de las malas decisiones que se toman en estos momentos de la historia, en nombre de la Patria y de la libertad humana.

Siempre existirán personas que se dediquen mal, a corromper el orden social y a vivir sin límites, pero es compromiso de todos, ayudar y guiar al que está equivocado, al que solo busca saciar su ego deformado, porque si se ignora la desviación de uno entonces la frustración será de todos. Y del mismo como en la familia, en la sociedad y en el mundo se alegran cuando un hombre triunfa, cuando logra todo lo propuesto en su vida, de ese mismo modo deberían sentirse todos los seres humanos cuando gracias a un consejo o a una corrección sacan del mundo extraviado a una persona que podía contaminar a la sociedad completa, y por la preocupación de algunos se evito el sufrimiento de todos.
Luis Alberto de León Alcántara

Fuente:
http://www.arquidiocesisdesantiago.com/

miércoles, 22 de febrero de 2012

Sacerdote alienta ayuno y abstinencia en medio del mundo que empuja al placer

MÉXICO DF, 22 Feb. 12- (ACI).- El sacerdote de la Arquidiócesis de México (México), P. Sergio Román, señaló que el ayuno "tiene un sentido espiritual" y por ello alentó a los fieles a demostrar que pueden disciplinar sus deseos "en un tiempo en el que nos domina el deseo de dar placer al cuerpo".
"En todas las espiritualidades, cristianas y no, el ayuno es una disposición previa para que el espíritu humano se encuentre con Dios, libre de los apetitos materiales. Quizás nos sirva como ejemplo el que cuando hacemos algo que nos apasiona nos olvidamos hasta de comer. Dios nos debe apasionar", afirmó en un artículo titulado "Los mandamientos de la Iglesia", publicado hoy en el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México.
El sacerdote recordó que el ayuno, junto con la limosna y la oración, son tres medios que en Cuaresma propone la Iglesia para lograr la penitencia, que es la reparación del daño hecho por los pecados y cuyo perdón es un "regalo de Jesús totalmente inmerecido por nosotros".
Asimismo, el P. Román explicó que ayunar también tiene un sentido social. "Los Papas actuales nos piden que entreguemos el fruto de nuestro ayuno a los hermanos que siempre ayunan. El hambre es una realidad muy cercana a nosotros. Esta cuaresma debemos buscar el medio de hacer llegar a los hambrientos el pan que nos quitamos de la boca", señaló.
El sacerdote reiteró su invitación a realizar estas prácticas porque "en el ayuno y la abstinencia cuaresmales tenemos los católicos una oportunidad de ser coherentes y de dar testimonio de nuestra fe".

Fuente:
http://www.aciprensa.com/

El Papa: En Cuaresma vemos que Dios nos da la victoria pese a zozobras de la vida

VATICANO, 22 Feb. 12 - (ACI/EWTN Noticias).- En el inicio de la Cuaresma hoy, Miércoles de Ceniza, el Papa Benedicto XVI reflexionó sobre este tiempo de preparación para la Pascua y exhortó a ver que el Señor da a los fieles la victoria a pesar de las zozobras de la vida.
Ante casi 8 mil fieles presentes en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Santo Padre exhortó, hablando en español, a que "durante la Cuaresma, a imitación del Señor, sintamos cómo Dios fortalece nuestro espíritu y nos da la victoria, pese a las zozobras de la vida presente".
Benedicto XVI alentó además a que en Cuaresma los fieles encuentren "nuevo valor para aceptar con paciencia y fe cualquier situación de dificultad, aflicción y de prueba, sabiendo que el Señor hará surgir de las tinieblas el nuevo día".
"Y si somos fieles a Jesús siguiéndolo por el camino de la Cruz, el claro mundo de Dios, el mundo de la luz, la verdad y la alegría, nos será dado de nuevo".
El Papa explicó que en la Iglesia antigua, la Cuaresma era el tiempo en el que los catecúmenos iniciaban su camino de fe y conversión para recibir el bautismo.
Poco a poco, todos los fieles fueron invitados a vivir este periodo de renovación espiritual. De este modo, "la participación de toda la comunidad en los diversos pasajes del itinerario cuaresmal subraya una dimensión importante de la espiritualidad cristiana: gracias a la muerte y resurrección de Cristo, la redención alcanza no a unos pocos, sino a todos".
El Papa explicó que "el tiempo que precede la Pascua es un tiempo de 'metanoia', el tiempo del cambio, del arrepentimiento; el tiempo que identifica nuestra vida y toda nuestra historia con un proceso de conversión que se pone en marcha ahora para encontrar al Señor al final de los tiempos".
La Iglesia denomina este tiempo "Cuadragésima", tiempo de cuarenta días, con una referencia precisa a la Sagrada Escritura, ya que "cuarenta es el número simbólico con el que el Antiguo y el Nuevo Testamento representan los momentos principales de la experiencia de fe del Pueblo de Dios".
"Es una cifra que expresa el tiempo de la espera, de la purificación, del retorno al Señor, de la conciencia de que Dios es fiel a sus promesas, (…) un tiempo dentro del que es preciso decidirse a asumir las propias responsabilidades sin aplazarlas ulteriormente. Es el tiempo de las decisiones maduras".
Noé transcurre 40 días en el arca a causa del diluvio, y luego ha de esperar otros 40 antes de poder bajar a tierra firme. Moisés permanece 40 días en el monte Sinaí para recoger los Mandamientos. El pueblo hebreo peregrina 40 años por el desierto, y goza luego de otros 40 de paz bajo el gobierno de los Jueces.
En el Nuevo Testamento, Jesús se retira a orar al desierto durante 40 días antes de iniciar la vida pública, y, después de la resurrección, instruye a los discípulos durante 40 días antes de ascender al Cielo.
La liturgia de la Cuaresma, señaló el Papa, "tiene como fin favorecer un camino de renovación espiritual –a la luz de esta larga experiencia bíblica– y, sobre todo, de imitación de Jesús, que en los 40 días que pasó en el desierto nos enseñó a vencer la tentación con la Palabra de Dios".
"Jesús se dirige al desierto para estar en profunda unión con el Padre. Esta dinámica es una constante en la vida terrena de Jesús, que busca siempre momentos de soledad a fin de rezar al Padre y permanecer en íntima y exclusiva comunión con Él, para volver luego en medio de la gente".
En este tiempo de "desierto", continuó el Santo Padre, "Jesús es asaltado por la tentación y las seducciones del maligno, quien le propone una vía mesiánica alejada del proyecto de Dios porque pasa a través del poder, el éxito, el dominio, en lugar de pasar por el amor y el don total en la Cruz".
Benedicto XVI señaló que la Iglesia peregrina por el "desierto" del mundo y de la historia, formado por el aspecto negativo de la realidad: "la pobreza de palabras de vida y de valores, el secularismo y la cultura materialista, que encierran a la persona en el horizonte mundano de la existencia sin ninguna referencia a lo trascendente".
"En este ambiente, el cielo sobre nosotros es oscuro, porque está cubierto por las nubes del egoísmo, la incomprensión y el engaño. No obstante, también para la Iglesia de hoy el tiempo del desierto puede transformarse en tiempo de gracia, ya que tenemos la certeza de que, incluso de la roca más dura, Dios puede hacer brotar agua viva que refresca y restaura".
Al término de la catequesis, Benedicto XVI saludó en varios idiomas a los peregrinos; hablando en polaco, subrayó que "el ayuno y la oración, la penitencia y las obras de misericordia" son los principales medios para preparar la celebración de la Pascua.
El Papa dio también una especial bienvenida a los fieles del Ordinariato Personal de Nuestra Señora de Walsingham, erigido hace poco más de un año, dentro del territorio de Inglaterra y Gales, para los grupos de sacerdotes y fieles anglicanos que desean entrar en plena comunión con la Iglesia Católica.

Fuente:
http://www.aciprensa.com/

viernes, 17 de febrero de 2012

La Iglesia advierte sobre dinero sucio en campaña

Programa. El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dio
a conocer los detalles del mensaje emitido ayer por la Conferencia
del Episcopado Dominicano con motivo del 27 de febrero
Santo Domingo,17 Febrero 2012-La Conferencia del Episcopado Dominicano advirtió ayer sobre las ofertas del dinero sucio e ilegal fruto del narcotráfico internacional en la campaña electoral, lavado de activos, trata ilícita de personas, que son, a su entender, tentaciones atractivas que pueden terminar contaminando la voluntad de los candidatos y futuros funcionarios.
En un mensaje emitido con motivo del Día de la Independencia Nacional, que se celebra el 27 de este mes, y que fue explicado al pueblo dominicano por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, en el programa “Hablan los Obispos”, refirió que al mismo tiempo estas tentaciones atractivas comprometen la futura voluntad política de los candidatos “convirtiéndose eventualmente en prevaricadores”.
Explican que llama la atención la cuantiosa suma de dinero que ciertas empresas acostumbran suministrar a líderes y a partidos políticos, a fin de tenerlos de su parte en el momento que alcancen el poder “ya sea para la evasión de impuestos o para la aprobación de leyes que favorezcan unilateralmente sus inversiones”.
La Conferencia del Episcopado Dominicano también advirtió que se hace urgente la renovación de los organismos de seguridad, lo que a su juicio implica que el Gobierno mejore significativamente los salarios de los miembros de la Policía Nacional y de los demás cuerpos armados, así como dotarlos de los instrumentos y recursos requeridos para que puedan dar una respuesta a tiempo en lo que tiene que ver con la protección a la ciudadanía.
Ola de violencia
“Ante la creciente ola de violencia y el auge de la delincuencia, muchas veces da la sensación de que estamos huérfanos de autoridad”, aseveró. Manifestó su preocupación por el narcotráfico, y en tal sentido los obispos del país reflexionaron que en la lucha para combatir ese mal ha de jugar siempre un papel protagónico el gobierno con todas sus autoridades y, muy especialmente, el sistema judicial y los cuerpos armados.
“A quienes hacemos un particular llamado a no dejarse corromper por el narcotráfico y el dinero sucio y a poner todo su empeño en castigar como se merezcan a estos corruptores de la sociedad”, agrega el comunicado.
La Iglesia Católica pidió a la Junta Central Electoral disipar toda clase de dudas a base de integridad, transparencia, eficiencia, eficacia y responsabilidad, al advertirle que el pueblo dominicano espera de ese organismo diligencia y eficacia y pruebas inequívocas de su total confiabilidad.  
La Iglesia hizo una reflexión sobre la falta de transparencia, “en la que acecha la peligrosidad del dinero sucio en la política y en que la democracia interna de los partidos se encuentra secuestrada por una oligarquía partidaria”, exponen. Ante tal coyuntura favorecieron la aprobación de la Ley de Partidos Políticos que ha sido tan esperada por la sociedad dominicana. Estiman que hace falta la aprobación de una Ley de Campaña Electoral, que le ponga fin al dispendio de recursos en la política partidista y que paute el financiamiento y los tiempos de las campañas proselitistas.
Los obispos pidieron romper radicalmente con las prácticas corruptas del enriquecimiento ilícito a través del ejercicio político. Este ejercicio, a su entender, desencanta a los jóvenes, quienes terminan abominando estas prácticas inmorales y clientelistas, desencantados por este obrar.

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EL MENSAJE CON MOTIVO DEL 27 DE FEBRERO

El mensaje explica que el Estado es el responsable de dirigir una política de producción agrícola diversificada, que responda a las necesidades del consumo nacional.

Sobre el tema de la corrupción explicaron que muchas veces este mal se expresa en el manejo del erario debido a la inescrupulosidad de mediocridad de políticos y funcionarios públicos, y en el sector privado debido al espíritu de lucro fácil.

Sobre la educación estiman que el cambio de la sociedad dominicana depende de una progresiva, firme y programada inversión en la educación. “En esto debemos seguir contribuyendo todos, especialmente el Estado, como administrador de los bienes del pueblo”, precisa el mensaje con motivo del 27 de Febrero.

La Conferencia del Episcopado Dominicano adujo que muy importante es el orden del cumplimiento de las leyes de la transparencia y de rendición de cuentas en la administración del Estado, así como las demás leyes que sirven para el manejo de los recursos públicos y que han de ser un freno efectivo contra la cultura del despilfarro y la corrupción.

La Conferencia pide equidad en el uso de los medios de comunicación en las elecciones, en el sentido de que el uso desproporcionado e injusto de estos medios son una realidad en las campañas electorales.

“Las encuestas de preferencias electorales proporcionan cierta orentación respecto de hacia dónde se concentra la intención del voto de la mayoría, en un momento determinado.

El mensaje del Santo Padre, ahora que se aproxima el tiempo de cuaresma

Su Santidad Benedicto XVI, ha puesto en nuestras manos un rico y hermoso mensaje para vivir con intensidad el tiempo de cuaresma que se aproxima.

La cita bíblica que ilumina las reflexiones del Santo Padre es  de la Carta a los  Hebreos 10, 24: “fijémonos los unos en los otros para estimulo de la caridad y las buenas obras”.

La cuaresma nos ofrece siempre la oportunidad de reflexionar  sobre la vida cristiana. Una de las virtudes principales del  cristiano es la caridad, virtud teologal, y esta caridad se concretiza cuando fijamos la mirada en el otro, precisamente el que está cerca de mí,  ese otro vive circunstancias especificas en su vida personal, familiar y social.

 Uno que dice amar a Dios no debe mostrarse extraño ni indiferente frente al dolor humano. Es que el egoísmo y la indiferencia son dos actitudes que están corroyendo el corazón del hombre de hoy.

 El vicario de Cristo, nos invita a cultivar una mirada de fraternidad, de solidaridad y de justicia, así como de misericordia y de compasión. Compartir con el otro la vida escuchándole, es fraternizar; ayudar al otro, es ser solidario; y,  dar a tu empleado un justo salario, es un acto de justicia. Paolo VI,  afirmaba con acierto que el mundo de hoy sufre especialmente de una falta de fraternidad.

La cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence todo, porque Dios es buen y hace el bien ( salmo 119,   68). El mismo Jesús, devolvió la vista al ciego, dio pan al hambriento, rescató y convirtió la mujer adúltera. Nunca fue indiferente ante el sufrimiento humano.  El bien es el que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión.

La responsabilidad para con el prójimo significa, por tanto, querer y hacer el bien al otro, deseando al mismo tiempo que el  beneficiado se abra a la lógica del bien. Interesarse por el hermano, significa abrir los ojos a sus necesidades  corporales, morales y espirituales. Dos  son las instancias que deben velar por el bien de los que componemos la sociedad. La  primera instancia es el Estado y la segunda instancia ha de ser cada uno de nosotros. Mirar al prójimo significa que el Estado de una buena atención a los enfermos que buscan solución a sus  enfermedades en los centros hospitalarios. Es además garantizar que los dominicanos y dominicanas  puedan alimentarse correctamente, es mirar si los niños y los jóvenes están estudiando o están haciendo cosas incorrectas, es crear y generar fuentes de empleo.

Continúa diciendo Benedicto XVI, que siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y reconozca, que discierna y perdone (cfr. Lc. 22,61). Si hemos hecho la opción por Jesucristo, fijémonos en el hermano, atendamos sus necesidades, toda obra buena, Dios la ve del cielo y la premia. Que es tiempo que se aproxima de cuaresma, sea un tiempo verdaderamente santo y fecundo, miremos hacia arriba para recibir del Dios de la vida, la fuerza y la sensibilidad; y así,  al mirar al hermano seamos capaces de ser solidario, justo y fraterno.
Pbro. Felipe de Jesús Colón Padilla

viernes, 10 de febrero de 2012

El Papa: Iglesia Católica aporta luz de Cristo que transforma todo en todos

VATICANO, 10 Feb. 12- (ACI/EWTN Noticias).- Al recibir esta mañana a los miembros de la Fundación Juan Pablo II para el Sahel –región de África subsahariana que abarca la costa occidental y central– el Papa Benedicto XVI señaló que la misión de la Iglesia es aportar la luz de Cristo, que transformará "todo en todos".

El Santo Padre dijo que "la caridad debe promover todas nuestras acciones. No se trata de querer hacer un mundo ‘a la medida’, sino que se trata de amar. Por esa razón la Iglesia no tiene como vocación primera transformar el orden político o cambiar el tejido social".

Lo que la Iglesia busca, explicó el Santo Padre, es "aportar la luz de Cristo. Es Él quien transformará todo en todos. Es a causa de Jesucristo y por Él que el aporte cristiano es así de específico".

Benedicto XVI afirmó luego que en los últimos meses, el Sahel "ha vuelto a estar gravemente amenazado por una disminución importante de los recursos alimentarios y por el hambre, a causa de la falta de lluvia y del consiguiente avance constante del desierto".

Por ello exhortó a "la comunidad internacional a interesarse seriamente por la extrema pobreza de estas poblaciones en las que las condiciones de vida se deterioran. Deseo también alentar y apoyar los esfuerzos de los organismos eclesiales que operan en este campo".

El Papa comentó también que en algunos de los países en los que opera la Fundación está presente el Islam y manifestó su satisfacción por las buenas relaciones con los musulmanes. El Santo Padre precisó que "es importante testimoniar que Cristo vive y que su amor va más allá de toda religión, raza y cultura".

Para finalizar, el Papa Benedicto XVI destacó que "África es para la Iglesia el continente de la esperanza" y "el continente del futuro".

La Fundación Juan Pablo II para el Sahel nació tras la primera visita del Papa Peregrino a África, en mayo de 1980, y fue establecida con un quirógrafo el 22 de febrero de 1984. Se dedica a la gestión y protección de los recursos naturales, la lucha contra la sequía, la desertificación y la pobreza, así como al desarrollo rural, involucrando para ellos a la población local.

Biografia de Santa Teresita del niño Jesús



Nace el dos de enero de 1873 en Alencon, Francia.
Su padre Luis Martín era relojero, y la mamá Acelia María, costurera. Tuvo una infancia feliz y llena de buenos ejemplos. Ella misma lo dice: "Mis recuerdos más antiguos son de sonrisas y de demostraciones de aprecio y ternura".
Desde muy pequeña es muy viva, impresionable y ambiciosa. En cierta ocasión en que le ponen a escoger entre varios regalos exclama: "Yo me quedo con todo". Ese será el retrato de su vida. Más tarde exclamará: "Dios mío, yo lo quiero todo, yo te quiero a Ti. Quiero ser santa, pero no a medias, sino completamente".
Su padre le va enseñando poquito a poco a decir "Si" a Dios cada vez que la conciencia le pida hacer algún sacrificio a favor de los demás.
En 1877, cuando la niña tiene apenas 4 años, muere la mamá. Desde entonces su hermana mayor, Paulina, y su padre, se encargan totalmente de su educación; y para que las muchachas huérfanas puedan estar bajo la protección de una tía, se van a vivir a un pueblo llamado Lisieux (se pronuncia Lisié) por eso la llamarán más tarde Teresia de Lisieux.

Su hermana Paulina le lee frecuentemente libros religiosos y esto va despertando en la niña un gran amor por Dios y por la religión.
Cuando Teresita tiene 9 años, su hermana Paulina se va de religiosa a donde las hermanas Carmelitas. Esto deja en el alma de la niña un enorme vacío, el cual logra suavizar colocándose bajo la protección de la Madre de Dios, cuyo cuadro parece demostrarle que la Virgen María la ha aceptado como hija y la toma bajo su protección. Lo cual la consuela muchísimo.
"En el colegio – dice ella misma – había algunas alumnas que gozaban de alguna preferencia especial de ciertas profesoras. Yo me dediqué a obtener que alguna de ellas me tuviera preferencia, y gracias a Dios no lo conseguí, y con esto me libré de muy graves peligros afectivos".
Cuando Teresita tiene 14 años, su otra hermana, María, se va también de religiosa a donde las Carmelitas. Su soledad aumenta. Pero en la Navidad de aquel año le parece que el Niño Jesús la invita a consagrarse totalmente a Él. Aquella Nochebuena la consideró siempre como la noche de su "conversión". Lo que más la movió a dedicarse totalmente a Jesucristo fue un comentario piadoso oído a su amadísimo papá en aquel 24 de diciembre.
Anuncia a su padre que desea entrar también ella de hermana Carmelita. Él acepta, pero resulta que en el convento no aceptan niñas de esa edad. Entonces se van en una peregrinación a Roma en 1887, con ocasión de la celebración de los 50 años de sacerdocio del Papa León XIII, y cuando el Santo Padre pasa bendiciendo a los peregrinos, Teresita se le adelanta y le dice: "Santo Padre, como regalo de su Jubileo o Bodas de Oro sacerdotales, concédame la gracia de entrar de hermana Carmelita a los 15 años". El Sumo Pontífice la mira con exquisita amabilidad y le responde: "Entrarás, si esa es la voluntad de Dios".
Junto con su padre va en peregrinación a visitar varios santuarios (o templos famosos en donde se obran milagros), y en abril de 1888 (tres meses después de la muerte de San Juan Bosco) logra entrar al convento de las Carmelitas en Lisiex. Esta fecha la llamó ella: "El día de mi felicidad total".
Las religiosas notaron desde el primer día en ella equilibrio emocional no común en las niñas de esa edad de 15 años, y el Director espiritual quedó admirado de que esta joven no vivía de vanas ilusiones, sino que tomaba la vida con seriedad y paz.
Desde el principio de su vida religiosa su libro preferido es siempre la Sagrada Biblia, sobre todo el Nuevo Testamento. Sus oraciones preferidas, además del Padrenuestro y del Avemaría, son siempre los Salmos de la S. Biblia. Le agrada mucho leer y meditar los Santos Evangelios y las Cartas de San Pablo.
Por orden expresa de sus superioras escribe su autobiografía que titula "Historia de un alma", y es un libro que se ha hecho famoso en todo el mundo.
En 1889 sufre la pena de ver que su padre pierde el uso de la razón a causa de unos ataques de parálisis. Por tres años lo tuvieron recluido en un sanatorio. Ella dice: "los tres años de martirio de nuestro padre, que lo fueron también para nosotras sus hijas, fueron quizás los más ricos en méritos y los más fructuosos para la eternidad en nuestra vida, y yo no los cambiaría por los éxtasis más sublimes". Así saben sufrir los santos!.
El 8 de septiembre de 1890, a la edad de 17 años, hace sus votos o juramentos de pobreza, castidad y obediencia, y queda constituida hermana Carmelita, hermana Teresita del Niño Jesús. Ese día escribe: "Quisiera poder dar mi vida por Jesucristo, como Santa Inés, y si Dios no quiere que sacrifique mi vida derramando como ella mi sangre, quiero hacer de mi existencia un sacrificio continuo por amor del Señor".
Uno de los principales deberes de las hermanas Carmelitas es orar por los sacerdotes, Tereista consideró este deber como uno de los más importantes de su vida. En su viaje por Italia había visto algunos casos que la convencieron de que los sacerdotes pueden no llegar a la santidad a la cual los llama el Señor si no hay quien rece mucho por ellos, y se dedicó a encomendar día por día a todos los sacerdotes, pero especialmente a aquellos que estuvieran en mayor peligro de ser infieles a su vocación y a sus deberes sacerdotales. Y aún después de muerta han sido maravillosas las gracias de conversión y de perseverancia que muchísimos sacerdotes han obtenido al encomendarse a ella. El Cardenal Leger de Canadá decía: "Recién ordenado sacerdote era yo débil de salud del cuerpo y de salud del alma, ella me obtuvo una rebosante salud corporal y entusiasmo por mi sacerdocio, y perseverancia". No sobra decir que el fervoroso Cardenal Leger terminó dejando las comodidades de su cardenalato en Quebec, para irse al África a cuidar leprosos y murió como un santo.